CANTAMARCA


Fue el asiento principal del curaca de Canta que dominaba en la parte alta de la cuenca del río Chillón. Sus estructuras circulares con falsas bóvedas sostenidas por columnas de piedra y la presencia en épocas inca de una esposa de Huayna Capac hablan de la importancia y prestancia de este singular sitio arqueológico.

Está ubicado al noroeste de la ciudad moderna de Canta (capital de la provincia del mismo nombre en el departamento de Lima), a escasos 5 kilómetros sobre la cresta escarpada de uno de los cerros tutelares de la ciudad a 3660 metros sobre el nivel del mar, en la margen izquierda del río Chillón. Dicho río nace en los nevados de la cordillera La Viuda a más de 5000 metros sobre el nivel del mar. Es torrentoso y estacional. En la pendientes de ambas márgenes existen pequeños puquios (manantiales) que alimentan pastizales aptos para la cría de ganado.

Cantamarca está construido en la cresta de un cerro escarpado, por lo que son pocos los espacios planos, sus edificios son circulares, con paredes y techos de piedra unidas con barro sostenidos por una columna central. Para ampliar el espacio hábil se edificaron muchos terraplenes a diferentes niveles, ampliando de este modo el área construida .Las estructuras no muestran indicios de haber estado cubierta con algún tipo de enlucido. Este asentamiento está organizado en dos grandes sectores, (1) El asentamiento, amurallado y con estructuras circulares organizadas alrededor de un pequeño patio, y (2) el área de colcas (24 en total), construidas durante la ocupación Inca y destinadas a almacenar los tributos que rendían las diferentes parcialidades de Canta (Farfán 1995). A diferente de las otras estructuras en Cantamarca, las colcas son rectangulares (3 por 4 metros en promedio) con una entrada al centro que comunicaba a un patio. Están organizadas en fila al lado de una larga calle de 3 metros de ancho (Farfán 1995).

La principal característica arquitectónica en Cantamarca son las estructuras circulares de piedra con una columna central. Dicha columna es angosta en la base y se ensancha llegando a la sima. Del mismo modo el interior de los muros es convexo, dando forma a una "falsa bóveda". Finalmente grandes lajas ordenadas en forma radial y un grueso enlucido de barro con graba formaban un techo de 70 centímetros de ancho. Este estilo arquitectónico se ha identificado en otros sitios arqueológicos de la región, queriendo usarlo como prototipo de la arquitectura Canta. El abastecimiento de agua se dio por medio de canales y reservorios alimentados de puquios (manantiales), distantes unos 100 o 200 metros del sitio arqueológico. Una red de caminos vecinales unía a Cantamarca con otros asentamientos Canta, como Huaros y Pumacoto.





























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